Vegetando

Estoy un pelín perezoso. Continuación del fin de semana. No he hecho nada. Bueno, sí. Comer, dormir y ver mis series.

He vuelto con Dexter, mi asesino favorito. En su momento empecé a verlo pero lo dejé a mediados de la primera temporada, no sé porqué la verdad. Y esta semana me dio el punto de retomarla desde el principio aprovechando la hora de la comida. Sí, ya sé que es algo freudiano comer mientras ves asesinatos, sangres, cuerpos mutilados y esas cosas. Bueno, también lo hacen en Telecinco y Antena3 y nadie se ha quejado hasta la fecha. Ya me he pulido la primera temporada en tres días. Continuará...

Tengo la tercera de Los Tudor y los últimos episodios de Medium en la recámara. Pero esta semana se van a quedar tranquilitos y descansando, que me voy lejos de ellos.

Entre episodios me ventilé Lo que el tiempo se llevó. Había acabado de leer el libro de Conan Doyle y remirando mi biblioteca me lo encontré y recordé la entrada sobre ucronías. Me lo llevé un par de veces a una terracita mientras esperaba que mi pareja saliera de currar. Hace un par de semanas pasé por la biblioteca donde curraba y de sorpresa hice acopio de lectura para el verano, bueno, más bien para el mes de julio porque al ritmo con el que voy no sé si llegarán hasta finales de ese mes. Pillé Carpe Jugulum, la última novela publicada en español de Terry Pratchett, que me llevaré esta semana en el viaje y durará lo que un caramelo en mi casa. La campaña afgana de Steven Pressfield, una novela histórica ambientada en la campaña de Alejandro Magno por esas tierras, ya veremos en qué para. Y para rematar La muerte de Supermán, un tochazo de cómic que ví en la biblioteca y pillé sobre la marcha. Nunca he sido muy comiquero, (me defiendo y he leído bastante pero no los colecciono, a excepción de los de König) y menos aún de Supermán, pero sentía curiosidad y lo cogí.