Una panda de hippies decimonónicos viven del cuento en un pisito de Paris. Como no tienen dónde caerse muertos intentan engañar al casero para no pagar el alquiler. Después de conseguirlo se van de marcha a celebrar la Nochebuena, pero uno de ellos se queda trabajando (ja) y conoce a una chica, algo enferma, que le pide fuego para encender su calefacción, enamorándose los dos al momento. Después se van juntos con los colegas del chico a un restaurante, donde se encuentran con la ex de uno de ellos, que aunque sale con un vejestorio sigue enamorada del otro y al final hacen todos un sinpa, dejándole la cuenta al viejo verde.
Va pasando el invierno pero la chica empeora y su chico, como buen hippie, no tiene dinero para que mejore. Intenta dejarla pensando que es el culpable de que ella siga enferma (por supuesto) pero la chica se niega y deciden mantener la relación un poco más. El chico prosigue con sus actividades y la echa de menos; entonces aparece ella con una amiga, la cual le comenta al protagonista que aquella está muy mal, pero mal de morirse. Entre todos intentan sacar unos dinerillos para curarla pero ya es tarde y la pobre acaba muriendo. Y fin.
¿Cómo se te queda el cuerpo? Mal, verdad. Pues imagina verlo en vivo y en directo. Por si no han caido, este argumento (chico conoce chica-chico y chica se enamoran-ambos son más pobres que las ratas-chico o chica, o ambos, muere), más manido que una secuela de Viernes 13, es el de La Boheme, una de esas óperas im-pres-cin-di-bles, que uno no debería perderse jamás de los jamases.
Y eso que la historia no es nada del otro jueves, más bien es algo que se había visto todo el tiempo, pero la música, oohhh, eso ya es harina de otro costal. Puccini podría ser muchas cosas pero tenía una mano para poner música a un drama con todas las letras que más quisieran la mayoría. En esta ópera se luce como nunca, y no por archiconocida deja de sorprender a cada momento. Y el que no se emocione con el final de esta ópera es que no tiene corazón... o lo tiene pero de piedra, metal o cualquier cosa insensible.
El final del primer acto.
Si quieres tener el libreto, pues aquí.
5 comentarios:
Es que la muerte de un prota siempre emociona, sobretodo si te cae bien.
Magnifique!!
Ya se sabe, en la ópera y en el teatro musical el argumento es lo de menos... Por cierto, hablando de La Boheme y de teatro musical, ¿conoces "Rent"?
Shanks, y cuánto más dramática mejor.
Sufur, es lo de menos pero un mínimo de coherencia que hay cada cosa. Y sí, conozco Rent (tengo el dvd de la peli que hicieron) y está muy bien, aunque no se si es muy fiel al musical original.
Argumentos más melodramáticos y enrevesados nos tragamos siempre que la "envoltura" sea buena. Y supongo que en la ópera lo normal es cargar un poco las tintas
Nyc, una cosa es enrevesado y otra que no haya por donde cogerlo. Aunque es verdad que todo se magnifica, como en GH (Milá dixit), jejeje.
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