Ahora que la química moderna ha hecho lo que debía, que por fin oigo en estéreo y que he podido dejar los kleenex un buen rato sin que pase nada, va siendo hora de contar lo estupendamente que lo he/hemos pasado en el viaje. Pero empezamos por el final.
Cuando surgió el viaje a Estambul, se apuntó un buen amigo, D., y aprovechando que teníamos que hacer escala obligada en Madrid decidimos quedarnos un par de días, bien a la ida bien a la vuelta, para hacer algunas cosillas, quedar con gente y demás. Al final optamos por hacerlo a la vuelta. Y así fue. La semana pasada estuvimos por la capital tres días, desde el martes al viernes. Tres días que dieron para muchas cosas:
Quedar con Rickisimus para comer y tomarnos un cafecito, ponernos al día y hacer un poco de terapia laboral, jejeje.
Dar una vuelta por la Fnac, comprobar que me lo llevaría casi todo y conformarme con comprar un par de cosillas.
Ir a la exposición de Niemeyer en la Fundación de Timofónica. Sencilla y nada espectacular pero me gustó. Organizada de manera cronológica, puedes apreciar la evolución de los proyectos y cómo algunos de los proyectos más recientes se integran en otros anteriores. Combina los bocetos del arquitecto con algunas maquetas de sus obras más interesantes. Además, emiten un par de documentales e incluyen bocetos artísticos del autor. Absolutamente recomendable, y estará hasta el 22 de noviembre. En principio, no se podían sacar fotografías, lástima que me lo aclarasen cuándo ya había sacado algunas.
Pensaba ir a la exposición del Museo Thyssen de Lágrimas de Eros, pero justo ese día vi el post de Otto, y entre que no la ponía bien lo mismo que algunos comentarios pues como que se me quitaron las ganas.
Pasar una mañana en el Archivo Histórico Nacional, buscando entre mis papeles viejos para un par de ideas que se me ocurrieron este verano.
Quedar con otro colega el jueves para tomarnos algo e ir a cenar, y así ponernos al día.
Y, sobre todo, pasear por chuecalandia, mirando un par de tiendas y buscando algún regalito para mi marido que cumple años este mes.
Vamos, que no me dio tiempo de aburrirme, deslumbradito por las luces de la gran ciudad.
Cuando surgió el viaje a Estambul, se apuntó un buen amigo, D., y aprovechando que teníamos que hacer escala obligada en Madrid decidimos quedarnos un par de días, bien a la ida bien a la vuelta, para hacer algunas cosillas, quedar con gente y demás. Al final optamos por hacerlo a la vuelta. Y así fue. La semana pasada estuvimos por la capital tres días, desde el martes al viernes. Tres días que dieron para muchas cosas:
Quedar con Rickisimus para comer y tomarnos un cafecito, ponernos al día y hacer un poco de terapia laboral, jejeje.
Dar una vuelta por la Fnac, comprobar que me lo llevaría casi todo y conformarme con comprar un par de cosillas.
Ir a la exposición de Niemeyer en la Fundación de Timofónica. Sencilla y nada espectacular pero me gustó. Organizada de manera cronológica, puedes apreciar la evolución de los proyectos y cómo algunos de los proyectos más recientes se integran en otros anteriores. Combina los bocetos del arquitecto con algunas maquetas de sus obras más interesantes. Además, emiten un par de documentales e incluyen bocetos artísticos del autor. Absolutamente recomendable, y estará hasta el 22 de noviembre. En principio, no se podían sacar fotografías, lástima que me lo aclarasen cuándo ya había sacado algunas.
Pensaba ir a la exposición del Museo Thyssen de Lágrimas de Eros, pero justo ese día vi el post de Otto, y entre que no la ponía bien lo mismo que algunos comentarios pues como que se me quitaron las ganas.
Pasar una mañana en el Archivo Histórico Nacional, buscando entre mis papeles viejos para un par de ideas que se me ocurrieron este verano.
Quedar con otro colega el jueves para tomarnos algo e ir a cenar, y así ponernos al día.
Y, sobre todo, pasear por chuecalandia, mirando un par de tiendas y buscando algún regalito para mi marido que cumple años este mes.
Vamos, que no me dio tiempo de aburrirme, deslumbradito por las luces de la gran ciudad.
PD: Y ayer murió José Luis López Vázquez, vaya diíta.
5 comentarios:
Lo que te gustan los antros de perversión (me refiero a la Fnac, claro, no a chuecalandia) jejeje
Nyc, ni te lo imaginas XD
La Fnac no va bien para los periodos de recesión, pero lo que anima vale un imperio...
Me alegro que lo pasaras bien!
(Y las fotos??)
:)
Pero qué bien sienta al organismo visitar la capital, y qué mal sienta al bolsillo... :-)
Shanks, ni la fnac ni los viajes, que no veas como he vuelto :)
Sufur, cómo se nota que también lo has padecido, jajaja.
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