viernes, 10 de diciembre de 2010

Destripando... The Last Airbender

La semana pasada, entre amoxicilinas y paracetamoles, me puse a ver The last airbender, la última película de M. Night Shyamalan, el otrora niño mimado de Hollywood y hoy en el punto de mira de los críticos con cada película que dirige.


En esta ocasión, nos mete en un mundo dividido en cuatro grandes pueblos: las tribus del Agua, el Reino Tierra, la Nación del Fuego y los Nómadas del Aire. Entre sus habitantes hay individuos capaces de dominar y controlar los elementos propios de su pueblo, son los denominados "maestros". Por encima de todos ellos se encuentra el Avatar, el único que controla los cuatro elementos, el único que puede conectar con el mundo de los espíritus y que se reencarna sucesivamente en un miembro de cada nación siguiendo un ciclo. Al comenzar la película, el Avatar lleva desaparecido como unos cien años, tiempo en el cual la Nación del Fuego se ha ido apoderando de buena parte de los territorios de los demás. Y entonces es cuando aparece de nuevo el Avatar...

A ver, es una película fantástica basada en una serie de animación que se emitió hace pocos años. Como no he visto la serie no puedo decir hasta qué punto es fiel a la misma pero es indudable que el guión no es nada del otro jueves. De hecho, casi todas las críticas negativas que recibió la película, y fueron muchas, se centraban en la historia. Que si era simple, que si no hay nada que sorprenda, que si es infantil, etc etc. Pues sí, que quieren que les diga, es infantil, no en balde está basada en una serie de animación para niños. Sinceramente no se qué esperaban algunos ¿tal vez El señor de los anillos 4?. El guión es simple sí pero, al menos, no tiene fallos clamorosos como sí podemos encontrar en otras. Y para simplismos también está el guión de Avatar, la peli de Cameron, por poner un ejemplo cercano y conocido. Quizás pecaría de una dirección más bien sosa y/o convencional porque los actores son prácticamente todos ellos unos desconocidos, lo que no quiere decir que sean malos, pero sí que, en gran medida, se ha supeditado la parte actoral a la técnica y Shyamalan no es un virtuoso de la dirección de actores.



Esta parte técnica está más que bien. Tanto la ambientación de las naciones como la fotografía y los efectos especiales (incluyendo los de sonido) son bastante buenos, se nota que hubo bastante presupuesto y que lo emplearon bien. De hecho es bastante vistosa y espectacular con escenas impresionantes. Pero eso no cubre las carencias de actuación. Y es una pena que ambas no se lleven mejor.

De la parte técnica me quedo con la música de James Newton Howard. Es increíble lo que saca este compositor en las películas de Shyamalan desde que empezaron allá con El sexto sentido hasta El bosque y La joven del agua. Una banda sonora espectacular, perfecta para las imágenes en cada momento y con un par de temas de lo mejorcito de los últimos años y que te ponen los pelos de punta. No sé si estará nominado a los Oscar el año que viene pero, desde luego, que se lo va mereciendo ya.




Obviamente no pasará a la historia del cine por sus innovaciones o su aportación pero la recomiendo para una tarde sin agobios, para entretenerse y dejarse llevar. Un aprobado justo pero que, por desgracia, podría haber sido mucho más. Y ahora un poco de música, por supuesto.






5 comentarios:

Sufur dijo...

A mi este tipo de películas "menores" me encantan. A ver cuando saco tiempo para verla :-)

starfighter dijo...

Sufur, a pesar de no ser nada del otro mundo me entretuvo. O sería la sobredosis de amoxicilina, a saber ;)

Lore dijo...

El guión de esta película, es un resultado exclusivo de Shyamalan, así que no meta a la serie en esto, que por cierto, tiene una gran guión.

Y le recomiendo, que antes de emitir una conclusión, como por ejemplo que "la serie de la cual se basa esta película es para niños", investigue un poco más, porque no es así, el grueso de los fans son adultos y el resto jóvenes.

Y si hubo personas, que esperaban "El Señor de los Anillos 4" como dice usted, es porque el material original daba para eso y más. Que por cierto es mejor que "El Señor de los Anillos" por lejos, y eso que es una "serie animada", que directamente usted supone que es para niños.

Gracias por la música, que por cierto se merece una nominación.

starfighter dijo...

Lore, me gustaría aclarar las cosas por partes. Sí, el desastre de guión es culpa absoluta de Shyamalan, eso no se puede achacar a la serie.

Que el grueso de los fans sean adultos no quita para decir que originalmente la serie estaba destinada a un público infantil. Por eso lo produjo la cadena infantil Nickelodeon. Algunas series destinadas inicialmente a este público han sido acogidas por los mayores; por poner un ejemplo, yo soy un gran fan de Bob Esponja y seguro que quien lo creó no estaba pensando en mí sino en mis sobrinas. Si luego han tenido una gran acogida en el público adulto es otra cuestión que, posiblemente, no entraba en los planes de los creadores.

Por otro lado, no se si la serie animada es mejor que "El señor de los anillos", como decía no la he visto y, por tanto, no puedo comparar. Tampoco quiero entrar en debate sobre si es mejor o peor, los gustos son siempre muy variados y cada uno tiene los suyos. Y si de mis palabras se trasluce que por ser una serie animada ha de ser para niños, lo siento. Nunca ha sido mi intención. De hecho, los que con frecuencia se pasan por aquí saben que me gusta la animación (inclusive aquella dirigida a un público infantil) y que odio la asociación animación-infantil.

De nada por la música. Y gracias por las apreciaciones ;)

Lore dijo...

Muy bien, todo aclarado.

Sola una cosa, lo único ligado a la palabra infantil de la serie, es haber sido transmitido por el canal Nickelodeon, pero esta señal no produjo la serie, todo el proyecto es total trabajo de sus dos creadores.

Lo que se da por sentado, que si esta en Nickelodeon es para los niños,lo que es lógico pensar asi en un primer momento, pero la serie solita demostró lo contrario, contiene temas como la filosofía, metafísica y espiritualidad, que un niño, por cuestiones obvias no podría entenderlas, pero les suele ser muy entretenida.