Hubo un tiempo no tan lejano en el que existió un país llamado Yugoslavia, que sonará poco a los que tengan menos de veinte o veinticinco años. Durante mucho tiempo, y más atrás, ese país fue gobernado por un presidente llamado Tito, el cual les sonará aún menos que el país. En la década de 1960 y 1970, este señor ordenó que, en aquellos lugares donde habían tenido lugar batallas en la Segunda Guerra Mundial, se construyesen una serie de estructuras para su conmemoración. Obviamente, todo ello en loor y gloria de él mismo y de la república socialista que entonces era Yugoslavia.
Estos lugares se convirtieron en auténticos centros de atracción turística en los años siguientes. Pero tras la desmembración del país y los siguientes conflictos bélicos, estas estructuras fueron abandonadas, adquiriendo con el tiempo un aire entre decadente y solitario reflejo de un carácter un poco megalomaníaco. O un mucho que ya se sabe como era la propaganda por esos lares en aquellos años.
Como pueden ver es una mezcla de arquitectura y escultura, no en vano fueron personalidades de estas disciplinas quienes las idearon. Cuando las vi, algunas de ellas me fascinaron porque me recordaron en seguida a películas de ciencia ficción, como la de La máquina del tiempo con ese aire retrofuturista que va bien para ambientar otros planetas o el nuestro dentro de unos siglos. De hecho, no sé a que esperan para convertirlas en decorados para este tipo de cine, sería fantástico. Algunas son un poco tochos de cemento que tanto gustaban en los años posteriores a la guerra en la zona comunista pero otras son impresionantes. Aquí he puesto las imágenes de las que más me han gustado, aunque ya saben que sobre gustos...
Visto en Vanitatis.
Estos lugares se convirtieron en auténticos centros de atracción turística en los años siguientes. Pero tras la desmembración del país y los siguientes conflictos bélicos, estas estructuras fueron abandonadas, adquiriendo con el tiempo un aire entre decadente y solitario reflejo de un carácter un poco megalomaníaco. O un mucho que ya se sabe como era la propaganda por esos lares en aquellos años.
Como pueden ver es una mezcla de arquitectura y escultura, no en vano fueron personalidades de estas disciplinas quienes las idearon. Cuando las vi, algunas de ellas me fascinaron porque me recordaron en seguida a películas de ciencia ficción, como la de La máquina del tiempo con ese aire retrofuturista que va bien para ambientar otros planetas o el nuestro dentro de unos siglos. De hecho, no sé a que esperan para convertirlas en decorados para este tipo de cine, sería fantástico. Algunas son un poco tochos de cemento que tanto gustaban en los años posteriores a la guerra en la zona comunista pero otras son impresionantes. Aquí he puesto las imágenes de las que más me han gustado, aunque ya saben que sobre gustos...
Visto en Vanitatis.
5 comentarios:
Quién nos iba a decir cuando teníamos 20 a los que hoy pasamos de los 40 que veríamos desaparecer la URSS, Yugoslavia, el Pacto de Varsovia ¿Quien se acuerda del pacto de Varsovia? el muro de Berlín, etc. SE nació alla por el 80 así que cuando cayó el muro tendría 9 añitos, cuando le hablo de aquello creo que no se hace una idea lo que supuso en el momento, de repente y casi en directo por la tele nos habían cambiado el mundo en el que crecimos.
Perdón por la dispersión, pero es hablar de Yugoslavia y de Tito me trae a la memoria estas cosas, y parece que estemos hablando de la guerra de las Galias, y coño, en realidad es de anteayer.
Los monumentos si que son curiosos, mucho hormigón al gusto socialista, pero tambien es cierto que me recuerdan decorados de peliculas tipo Un mundo feliz.
AdMiles, nada de disgresión, es que es así. Hoy casi nadie recuerda el Pacto de Varsovia, el COMECON y todo aquello salvo, quizás, los que nos gusta la historia. Y menos aún los de veintitantos para abajo, y si me apuras alguno de treinta y poco. LOs monumentos me fascinaron porque son muy del gusto soviético pero tienen ese aire de decorados de ciencia ficción como dices.
Me refiero a los ejemplos de arquitectura socialista, de la ex-DRA.
En Berlín hay un par de ejemplares, también.
Me fascinan y me repugnan a la vez, la verdad.
Eleuterio, imagino que similares porque casi toda estas demostraciones estaban cortadas por el mismo patrón.
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