miércoles, 15 de junio de 2011

Argumentos (IX)

Esta es tan conocida y popular que a ver cómo la cuento sin desvelarlo demasiado. Chica conoce a chico en una fiesta y se enamoran hasta las trancas (bueno, él más que ella que para eso la vio primero) pero la chica se resiste porque le gustan mucho los hombres y no sabe si se retirará de esa vida de pecado y dinero. Al final se van a vivir juntos y son felices y comen perdices. Hasta que viene el padre del chico a pedirle a ella que rompa porque la relación perjudica a la familia (ayyy, La Familia, que padrinesco y opusino) y ella consiente porque ... porque es así de tonta, para que negarlo. El chico se enfada, con razón y se larga, mientras que ella vuelve a su vida anterior de lujuria y diversión. En un macguffin que sabemos antes que los demás, se desvela que la chica está enferma pero enferma de morirse y, claro, se muere al final pero no sin que antes el chico regrese a tiempo, se reconcilien y ella pueda morir en sus brazos. Por puta.


Seguro que a más de uno/a le suena el argumento. Pero para aquellos a quienes les pilla un poco así despistados les diré que este es el argumento al que le puso música Verdi en La Traviata.


Es, quizás, una de las óperas más representadas (de Verdi seguro) y más conocidas en el mundo entero. Está basada en la novela La dama de las camelias de Alexandre Dumas hijo, y se estrenó en 1853 con un relativo fracaso. Solamente en su reestreno un año más estreno conseguiría el éxito, y hasta la fecha.

Es una obra bastante rara en la producción verdiana porque no refleja hechos históricos ni se inspira en otros períodos ni en hechos religiosos, sino que es bastante realista pues, en principio, se halla ambientada en la época en la que se compuso. De hecho, esta ópera tuvo un significado especial porque en aquellos momentos Verdi tenía una relación con Giuseppina Strepponi, una soprano italiana conocida en la década de 1830 y 1840 y que había tenido dos hijos con un tenor italiano por lo que había sido marcada por la estricta sociedad de la época.

La obra está llena de grandes momentos, de esos que te dejan con la piel de gallina y es de las imprescindibles para cualquier aficionado y que hay que ver, a ser posible, en vivo y en directo.

La obertura ya nos mete de lleno en un ambiente que antecede el drama que se avecina con un tema triste y melancólico.




Después del famoso brindis, la pareja se queda sola y sigue el intento de flirteo por parte de Alfredo Germont.




Una de las escenas que más me gusta sucede en el acto II cuando Germont padre intenta convencer a Violeta para que deje a Alfredo. Es una escena larga y llena de matices en la música.




Y ya en el último acto el aria de Violeta en la que se despide de todo y pide piedad para ella.


3 comentarios:

Shanks dijo...

Verdi, dentro de mi poco conocimiento del tema, es mi favorito. Pero qué dramático todo!! xD

Eleuterio dijo...

Una de las màs tristes de Verdi, de las màs representadas y de las màs difìciles de armar en el reparto, pesa mucho la calidad de los cantantes del pasado.
Para llorar a mares..

starfighter dijo...

Shanks, mucho y a Verdi le salían bien los dramas.

Eleuterio, tienes razón en lo de las más difíciles de armar y requiere buenas voces para que suene bien. Para llorar y que se te pongan los pelos de punta.