Llevo unos días perraco y eso se está notando en el blog, que lo tengo medio abandonado, el pobre. Bueno, más que unos días llevo así casi un par de semanas. La vuelta de Madrid me dejó cansado y la semana pasada me dediqué a vegetar por las tardes. Cada día me cuesta un mundo levantarme y madrugar para ir al gimnasio, así que he optado por ir sólo tres días a la semana y descansar los otros dos. En realidad, de lo que tengo ganas son de vacaciones, de dormir hasta cuando no pueda más (sabiendo que eso no será más allá de las nueve de la mañana, como si lo viera venir), de ir a la playa con un par de libros y botarme cual croqueta, de haraganear en casa...
Encima nos han chafado un poco el verano porque el viernes pasado llamaron a T. para trabajar estos tres meses cubriendo una baja y vacaciones en una Administración de estas de aquí. Así que no habrá viaje a Barcelona en septiembre, maldición. A ver si para algún puente futuro o Navidades.
Y, para colmo, tengo al jefe de la casa malo desde hace casi un mes. El pobre estaba apagado y casi no comía ni ejercía sus labores de jefatura, es decir, plantarse encima tuya, darte el coñazo constantemente y despertarte de madrugada en sus paseos noctámbulos. Lo llevamos al médico y le detectaron fiebre y un poco de anemia; un jarabe durante una semana después seguía igual, así que pasó a la segunda fase: corticoides. Ahí sí que se empezó a recuperarse, más activo, come algo más pero sigue sin ser él al 100% así que el viernes le llevaré de nuevo. Es posible que haya que ponerle un tratamiento más largo. Y más caro, todo hay que decir. Me jode mucho verlo cuando lo llevamos a que le saquen sangre, se queja con la boca pequeña como diciendo "cabrones, que sólo quiero dominar el mundo, dejadme tranquilo", y creo que el pinchazo me duele más a mí que a él. Y no vean lo que cuesta meter al jodío en el transportín, una lucha a muerte.
A veces me gustaría ser una tostadora...
Encima nos han chafado un poco el verano porque el viernes pasado llamaron a T. para trabajar estos tres meses cubriendo una baja y vacaciones en una Administración de estas de aquí. Así que no habrá viaje a Barcelona en septiembre, maldición. A ver si para algún puente futuro o Navidades.
Y, para colmo, tengo al jefe de la casa malo desde hace casi un mes. El pobre estaba apagado y casi no comía ni ejercía sus labores de jefatura, es decir, plantarse encima tuya, darte el coñazo constantemente y despertarte de madrugada en sus paseos noctámbulos. Lo llevamos al médico y le detectaron fiebre y un poco de anemia; un jarabe durante una semana después seguía igual, así que pasó a la segunda fase: corticoides. Ahí sí que se empezó a recuperarse, más activo, come algo más pero sigue sin ser él al 100% así que el viernes le llevaré de nuevo. Es posible que haya que ponerle un tratamiento más largo. Y más caro, todo hay que decir. Me jode mucho verlo cuando lo llevamos a que le saquen sangre, se queja con la boca pequeña como diciendo "cabrones, que sólo quiero dominar el mundo, dejadme tranquilo", y creo que el pinchazo me duele más a mí que a él. Y no vean lo que cuesta meter al jodío en el transportín, una lucha a muerte.
A veces me gustaría ser una tostadora...
3 comentarios:
me vas a privar de tu visita??? Iba a decir mal rayo te parta, pero en Canarias va a ser complicado... ummm mala medusa te pique!!
Lo mala que es la edad...
Raul, vamos a decir que se pospone. Y para medusas el Mediterráneo, que es una sopa ;p
Sota, la edad, que no te toque el euromillones... Que coño, si estoy estupendo.
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