domingo, 14 de octubre de 2007

De comilonas y banderas

Hoy tenía ganas de irme a la playa peeeeeero ya había quedado hace como bastante tiempo con unos amigos para ir a comer a un sitio en Arucas, subiendo por la Goleta y casi llegando a la cruz de Firgas. Pues allí que fuimos y comimos y comimos y comimos... bueno, que nos quedamos bien anchos. Y, como siempre, pues seguimos: que si un cafecito en la Montaña de Arucas, que si vamos a tomarnos algo a una terracita (acabando en El Muelle), en fin, que por poco no me da tiempo de recoger al nene que hoy trabajaba y salía a las 7 del curro. Lo mejor, aparte de la comida, la visita a la Montaña, hacía mucho tiempo que no iba y nos lo pasamos muy bien, de chachara al sol tomando cafe. Ahi va una vista de Las Palmas desde la Montaña de Arucas.


Bueno, ahora algo más serio. El tema de la semana (en política, se entiende) ha sido el video de Rajoy y las banderitas. Mi pareja cada vez que veía una tertulia en la tele hablando sobre el tema se ponía enfermo más que nada porque estaba harto. A mí me gusta ver cómo se dan caña unos a otros, cómo pierden los papeles y cómo, al final, uno descubre que no se trata más que de una pelea de vecinas de barrio por alcanzar el poder en el portal. Es penoso que la atención política se centre en que si hay que honrar la bandera de marras, que si hay que llevarla con orgullo, etc, cuando hay problemas más importantes.

Lo que más me irrita es la actitud del PP y la supuesta españolidad en base a llevar y lucir la bandera. Yo nunca me he considerado nacionalista, me considero canario, español, europeo, del mundo; los nacionalismos me han parecido siempre bastante limitaditos. Y ahora resulta que si llevas una banderita eres más español que aquel que no la lleva. Entonces ¿vamos a entrar en una guerra de cantidades, a ver quien luce más banderas al estilo de los EE.UU.? O es que alguien se cree que por lucir la bandera, por llevar un pin con los colores, se es más español. Pues va a ser que no. Un ciudadano que ama a su país no necesita demostraciones externas, sencillamente lo respeta, lo cuida, vela por sus conciudadanos, intenta que progrese sin necesidad de avasallar a los demás. Las demostraciones externas me recuerdan a otras épocas cuando en misa te dabas los golpes en el pecho y cuánto más fuerte más creyente se le suponía. Es decir, pura fachada.

Al final, resultará que el PP se ha convertido en aquello que desprecia: un partido nacionalista. Paradojas de la vida. O no.

Que ganas de que llegue la Federación Unida de Planetas.

1 comentario:

rickisimus2 dijo...

Tienes mucha razón, el buen ciudadano no es el que lleva la bandera hasta en los calzoncillos, sino el que vela por los demás, etc.

Ahora bien, parece que se ha puesto de moda últimamente el quemar la bandera, escupir la bandera, etc y que lo más natural sea que la gente se quede callada. No es cuestión de nacionalismos (siempre limitadísimos) sino de respeto por los demás.

No me gusta autocitarme porque es de mal gusto, pero me gusta cómo algunos americanos usan su bandera:

http://bp1.blogger.com/_sn8NvZwdx4o/RxCwPQTKgFI/AAAAAAAAAK4/Lrs1Y5Zkcyc/s400/bandera_711895374_1037908edb.jpg

Bueno, quizá me fijo más en la percha... jeje.