De post-dia D

Y ayer fue el tercer Día-D. Uno de los mejores momentos fue por la mañana, cuando bajaba en el coche a Las Palmas escuchando la radio; en un momento dado cambié de emisora y al llegar a M80 estaban poniendo esto.



Acordándome de un post escrito hace poco, me empecé a descojonar y así estuve hasta que terminó la canción. Pensé: "la radio nos está rickroleando, diosmio". Cualquiera que me hubiese visto en el coche pensaría que me había vuelto loco. La verdad es que me puso de buen humor.

Cuando acabó el examen, allá a las tres y pico porque encima empezó con una hora de retraso por culpa de un miembro del tribunal que venía de Tenerife (algo de Binter me supongo), pues me fui a comer con mi nene y luego dando vueltas porque él quería comprarse un par de cosas. En fin, que llegué a mi casa como un zombi a las 9 y me limité a quitarme la ropa - ducha fresca - sillón - cama.

Ah, ¿qué como fue el examen? Pues mal, muy mal. Me puse un poco nervioso, la hora de más esperando no ayudó mucho, y me pasé los primeros veinte minutos decidiendo cuál de los supuestos iba a coger. Esquema va, esquema viene, rompe hojas y al final me quedé con la primera decisión, si ya lo sabía yo. Eso sí, las tres horas allí no te las quita nadie porque entre una cosa y otra se fueron volando, en medio de una sinfonía de retortijones de estómago por la hora (y no solo del mío). Luego por la tarde-noche, mi neurona que sigue funcionando aunque yo la haya desconectado empezaba a emitir ideas para el examen (a buenas horas): uy no puse aquello, caramba ni esto otro, lo de aquel párrafo debía haberlo hecho así. En fin, que muy mal. Peeeero, ya se acabó todo... hasta dentro de dos semanas cuando tenga que ir a leerlo, dios que humillante va a ser eso.

Así que como cantaba Joan Manuel, hoy puede ser un gran día, y como dice mi madre: Más se perdió en la guerra de Cuba.



Que seais felices y la Fuerza os acompañe.