De nervios acosadores

Aunque se supone que estoy de vacaciones y debería estar relajado, no lo estoy. Para nada. Como soy así de neurótico y gilipollas, pues me miro todos los días el Boletín Oficial de Canarias para ver si ha salido publicado el nombramiento y el viernes me empecé a poner un poco nervioso. Que a ver cuando sale, que sea antes de fin de mes... Y que todo el mundo te pregunte constantemente ¿Qué hay de lo tuyo? pues no ayuda. Y claro, eso se traduce en, efectivamente, dolor de cabeza y migraña, la cual, afortunadamente, no ha aparecido aunque está ahí al acecho.

Así que este fin de semana no he hecho nada, sólo salir de mi casa y comer hasta jartarme, para distraerme y no pensar en nada que tenga que ver con este tema. Ayer sábado me fui por la mañana con una amiga a la tienda sueca más famosa de todos los tiempos, ella quería comprarse un par de cosas y yo únicamente mirar, que mi economía anda a la par que el Lehman Brothers. Por la noche salimos con unos colegas a cenar, que era el cumpleaños de la novia de uno de ellos. Otra estocada más a la economía. Y hoy me fui con los amigos del viaje a Barcelona a un asadero casero-cafecito-merienda en la casa del marido de una de ellas, que vive cerca del aeropuerto. Así, cualquiera mantiene el tipo, porque claro la voluntad ante la comida, picoteos y postres es nula. Y ahora estoy como cual anaconda haciendo la digestión. Creo que iré por algo que la ayude.

Y mientras algo relajante, que no por conocido es menos sugerente.



Larga y próspera vida.