De vacaciones (de nuevo)

Pues sí, nuevamente en el buen camino, queridos amigos. Buen camino porque tengo por delante dos semanas de vacaciones, las que aún me quedaban por coger y que durarán lo que un batido de proteínas a la puerta de un gimnasio, que quince días pasan en un suspiro. Hoy ha sido, con bastante probabilidad, mi último día de curro en la biblioteca. Todo dependerá de la rapidez con que se pongan los de la administración autonómica en arreglar los papeles y publicar en el boletín el nombramiento dichoso. No quiero ser agorero pero creo que ya puedo cantar esto.




Y como buen Virgo planificador, pues ya tengo pensadas algunas cosillas que me tendrán ocupado estos días, como terminar la puñetera comunicación de marras, llevar unas cosas a una amiga en Gáldar y aprovechar para tomar un cafe y cotorrear un poco, llevar otras cosillas al punto limpio (y no, no soy yo mismo, ya me gustaría), arreglar unos papelillos sin importancia, quedar con un par de colegas para vernos y ponernos al día y, por supuesto, ir algún día a la playa (Maspalomas, of course). ¿Quien dijo descansar? Tiempos aquellos en los que uno disfrutaba de la vida con vacaciones de tres meses y libre de preocupaciones como un pajarito...

Y sí, soy yo con mi hermana en unos apartamentos en Playa del Inglés, cuando lo más cerca que podía estar de las estrellas era al verlas cuando me pegaba un leñazo.

Que tengais un buen comienzo de semana.