Hoy pongo la música al principio, para ambientar un poco el post tan largo que me ha salido.
Continuemos con el viaje, aunque este capítulo bien podría titularse aventuras toledanas. El segundo día teníamos planeado ir a Toledo, así que nos fuimos a Atocha y cogimos el AVE hasta allá. Y en media hora allí que estuvimos. Todo muy rápido, muy tranquilo, muy eficiente, tanto que casi no dio tiempo para echar una cabezadita.
En lugar de entrar por la puerta principal, pues lo hicimos por el Puente de Alcántara, sí, ese tan bonito en la siguiente foto que está justo detrás del menda y mi nene, con el Alcázar y esa bandera tan española para un fondo tan patriótico que sólo faltaba Marianico.
Y justo enfrente Conchita Mari anunciando la celebración de su día, con la infantería y todo.
Tras cruzar el puente, entramos en Toledo propiamente dicho, pasando por delante del Museo de Santa Cruz y llegando a la plaza de Zocodover. Mientras buscaba la oficina de turismo pertinente para conseguir unos mapas, los demás se toparon con una tienda llamada Tierra donde la A era una pintadera canaria, lo que despertó sospechas. Y encima daban caramelos de nata Tirma. Sorpresas que te da la vida. La tienda era de unos canarios pero la llevaban unas argentinas y, claro, se pusieron a charlar con nuestra amiga que también es de allí. Le compramos una pulsera para regalársela por su cumpleaños (que era ese día) y cuando nos íbamos la llamaron y le regalaron una recogedor para el pelo. Si es que con esa labia...
Como había gente en la expedición que no conocían Toledo pues decidimos coger el trenecito que sale de la plaza de Zocodover y te da un paseo de unos cuarenta minutos alrededor de la ciudad por un módico precio. Cuando se acabó, pues a patear Toledo. Pasamos por delante de la Catedral pero como que nos dio pereza sufragar a la Iglesia con 7 euros por cabeza. Seguimos caminando y empezamos a meternos por callejuelas, que es lo que a mí me encanta. Pero había turistas por todos lados, como se notaba que era puente. Íbamos a entrar en la iglesia de Santo Tomé, pero entre la cola que había y las ganas de comer que ya teníamos, pues ganó el estómago al arte. No se lo reprocho.
Una sopita castellana y un filete de carne después, nos lanzamos con nuevas energías a seguir caminando. Nos fuímos al barrio judío y entramos en la sinagoga del Tránsito, que alberga el Museo Sefardí. Me gustó bastante, sobre todo porque está trabajado todo con yeso.
Continuamos con nuestro paseo, pasamos por delante de la otra gran sinagoga que aún se conserva, Santa María la Blanca, y llegamos a San Juan de los Reyes. Aquí decidimos no entrar y fue lo mejor porque nada más dar la vuelta y llegar a la plaza del lateral de la iglesia nos epseraba la sorpresa del día. Una boda. Sí, señor, una boda toledana en pleno esplendor. Invitados llegando, otros esperando a que llegase la novia. ¡Que emoción!. Y no fuimos los únicos, que poco a poco se fue congregando una pequeña multitud que desapareció en cuanto la novia entró en la iglesia. A continuación, y para todos ustedes, la temporada invierno 2008-2009 tendencia toledana.
Que abrigos, que taconazos, que estilo. Pero lo mejor estaba por llegar. He aquí la novia, emulando a la Reina de las Nieves de Andersen o a Jadis, la bruja de Las crónicas de Narnia. Y que decir de las damas de honor, con esas hombreras que parecen van a hacer de pastorcillas en la función de Navidad.
Insuperable. Después de esto ya no quedaba nada que lo superase en Toledo. Así que recogimos los bártulos y empezamos a recorrer el camino de vuelta. Entre calles pasamos por el Museo de los Concilios y Cultura Visigótica. Sencillito, está dentro de una iglesia con entrada gratuita y prohibido hacer fotos, pero uno que es un poco rebelde con las prohibiciones sacó alguna para que ustedes también disfrutasen.
De ahí ya nos fuimos caminando de vuelta hacia la estación, previa parada para tomar un cafecito o chocolate, para reponer energías (y calentarse). Cuando llegamos a Madrid, nos fuimos a descansar un rato porque nos esperaba una nueva salida para celebrar el cumpleaños de esta amiga. Y nos fuimos a un restaurante argentino: Pasiones argentinas. Y comimos genial, la carne estaba buenísima y el vinito argentino estupendo. Sólo hubo un pequeño fallo. esta amiga nuestra había reservado con tiempo porque quería una mesa para ver el espectáculo de baile que también hacen a partir de las 11 de la noche; y nos pusieron en la planta baja donde no vimos nada de nada. Se cogió un mosqueo pero la labia argentina lo derrite todo... Aún así, lo pasamos muy bien. Sólo que al salir corriendo a dormir porque entre que se puso a llover, el cansancio y las horas como que no era plan de seguir de marcha.
En el tercer y último episodio: Hacia la capital charra, Exposiciones al aire libre, Salamanca pasada por agua.
Continuemos con el viaje, aunque este capítulo bien podría titularse aventuras toledanas. El segundo día teníamos planeado ir a Toledo, así que nos fuimos a Atocha y cogimos el AVE hasta allá. Y en media hora allí que estuvimos. Todo muy rápido, muy tranquilo, muy eficiente, tanto que casi no dio tiempo para echar una cabezadita.
En lugar de entrar por la puerta principal, pues lo hicimos por el Puente de Alcántara, sí, ese tan bonito en la siguiente foto que está justo detrás del menda y mi nene, con el Alcázar y esa bandera tan española para un fondo tan patriótico que sólo faltaba Marianico.
Y justo enfrente Conchita Mari anunciando la celebración de su día, con la infantería y todo.
Tras cruzar el puente, entramos en Toledo propiamente dicho, pasando por delante del Museo de Santa Cruz y llegando a la plaza de Zocodover. Mientras buscaba la oficina de turismo pertinente para conseguir unos mapas, los demás se toparon con una tienda llamada Tierra donde la A era una pintadera canaria, lo que despertó sospechas. Y encima daban caramelos de nata Tirma. Sorpresas que te da la vida. La tienda era de unos canarios pero la llevaban unas argentinas y, claro, se pusieron a charlar con nuestra amiga que también es de allí. Le compramos una pulsera para regalársela por su cumpleaños (que era ese día) y cuando nos íbamos la llamaron y le regalaron una recogedor para el pelo. Si es que con esa labia...
Como había gente en la expedición que no conocían Toledo pues decidimos coger el trenecito que sale de la plaza de Zocodover y te da un paseo de unos cuarenta minutos alrededor de la ciudad por un módico precio. Cuando se acabó, pues a patear Toledo. Pasamos por delante de la Catedral pero como que nos dio pereza sufragar a la Iglesia con 7 euros por cabeza. Seguimos caminando y empezamos a meternos por callejuelas, que es lo que a mí me encanta. Pero había turistas por todos lados, como se notaba que era puente. Íbamos a entrar en la iglesia de Santo Tomé, pero entre la cola que había y las ganas de comer que ya teníamos, pues ganó el estómago al arte. No se lo reprocho.
Una sopita castellana y un filete de carne después, nos lanzamos con nuevas energías a seguir caminando. Nos fuímos al barrio judío y entramos en la sinagoga del Tránsito, que alberga el Museo Sefardí. Me gustó bastante, sobre todo porque está trabajado todo con yeso.
Continuamos con nuestro paseo, pasamos por delante de la otra gran sinagoga que aún se conserva, Santa María la Blanca, y llegamos a San Juan de los Reyes. Aquí decidimos no entrar y fue lo mejor porque nada más dar la vuelta y llegar a la plaza del lateral de la iglesia nos epseraba la sorpresa del día. Una boda. Sí, señor, una boda toledana en pleno esplendor. Invitados llegando, otros esperando a que llegase la novia. ¡Que emoción!. Y no fuimos los únicos, que poco a poco se fue congregando una pequeña multitud que desapareció en cuanto la novia entró en la iglesia. A continuación, y para todos ustedes, la temporada invierno 2008-2009 tendencia toledana.
Que abrigos, que taconazos, que estilo. Pero lo mejor estaba por llegar. He aquí la novia, emulando a la Reina de las Nieves de Andersen o a Jadis, la bruja de Las crónicas de Narnia. Y que decir de las damas de honor, con esas hombreras que parecen van a hacer de pastorcillas en la función de Navidad.
Insuperable. Después de esto ya no quedaba nada que lo superase en Toledo. Así que recogimos los bártulos y empezamos a recorrer el camino de vuelta. Entre calles pasamos por el Museo de los Concilios y Cultura Visigótica. Sencillito, está dentro de una iglesia con entrada gratuita y prohibido hacer fotos, pero uno que es un poco rebelde con las prohibiciones sacó alguna para que ustedes también disfrutasen.
De ahí ya nos fuimos caminando de vuelta hacia la estación, previa parada para tomar un cafecito o chocolate, para reponer energías (y calentarse). Cuando llegamos a Madrid, nos fuimos a descansar un rato porque nos esperaba una nueva salida para celebrar el cumpleaños de esta amiga. Y nos fuimos a un restaurante argentino: Pasiones argentinas. Y comimos genial, la carne estaba buenísima y el vinito argentino estupendo. Sólo hubo un pequeño fallo. esta amiga nuestra había reservado con tiempo porque quería una mesa para ver el espectáculo de baile que también hacen a partir de las 11 de la noche; y nos pusieron en la planta baja donde no vimos nada de nada. Se cogió un mosqueo pero la labia argentina lo derrite todo... Aún así, lo pasamos muy bien. Sólo que al salir corriendo a dormir porque entre que se puso a llover, el cansancio y las horas como que no era plan de seguir de marcha.
En el tercer y último episodio: Hacia la capital charra, Exposiciones al aire libre, Salamanca pasada por agua.
7 comentarios:
Efectivamente, las hombreras de las damas de honor son como de ponerse a cantar "la oveja naranja". Corror.
Sota, eso se llama reciclaje. Una boda, una función de Navidad, un fin de semana en una casa rural...
Si tu lo dices...
en mi pueblo más bien se llama "mal gusto", pero en fin...
Veamos veo cosas que quiero matizar en tu post: jajajajaja soy mu maaaaalo...
1.- Hereje te excomulgarán...entras en templos paganos y rezongas de mantener a la Madre Iglesia con unos insignificantes eurillos...
2.- El Pecado de la Gula se corrige con la Virtud de La Frugalidad..haber pagao los 7 euros que es un menu y haber hecho penitencia...
3.- Esto es un post o el Hola?
4.- ¿Donde se ha visto una iglesia con arcos árabes?
Jajajaja
Abrazos bicho
Sota, en el mío también, no creas.
Mac, por alusiones (como la Patiño)
a)pues claro que rezongo porque ya pagamos con los impuestos y de insignificantes nada, pero bueno eso solo daría para un post
b)¿frugalidad? queseso...
c)es un Pronto
d)Porque es un iglesia mudéjar (que los enlaces estan para algo, joooo)
Dioses! Qué horror de invitados!... Menos mal que viste La Blanca... es una pasaaaaaaada, la verdad...
Muy fuerte el punto 4 de McDubh XD pero todos suponemos que es ironía, NO? XDDD
Otto, tú lo has dicho, horror de horrores.
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