Al igual que para la gran mayoría de los españoles, por no decir para todos, Betty White era prácticamente una desconocida cuando en los 80 comenzó a emitirse Las chicas de oro. El personaje de Betty White se llamaba Rose Nylund, una viuda en apariencia ingenua e inocente pero que, en realidad, no tenía un pelo de tonta, como demostró en muchas ocasiones.
Así, entre las historias sicilianas de los años 20 de Sofía, las aventuras sexuales de Blanche y las historias con su ex de Dorothy, aparecían las crónicas de un pueblecito llamado Saint Olaf de Minnesota de donde era original el personaje de Rose. Eran historias surrealistas y delirantes de granjeros llamados Sven, vacas y otros animales, fiestas campesinas y demás situaciones rurales que siempre contaba para ofrecer un contrapunto a las historias urbanitas, y dado el carácter del personaje las otras chicas de oro no sabían nunca si lo que contaba era verdad o una trola de dimensiones descomunales. Me encantaba su personaje pero también su capacidad de actuación al darle ese punto de ingenuo sin llegar a ser estúpido.
Sin embargo, cuando llegó a esa serie Betty White ya llevaba una carrera, no, mejor, un carrerón en el mundo televisivo estadounidense que se inició casi en la prehistoria de la televisión en 1949, casi nada. No voy a contar mucho porque si les interesa todo lo que ha hecho esta mujer en el medio televisivo, e incluso cinematográfico, pueden verlo en la wikipedia aquí y aquí (ésta en inglés, que es más completa). Ha ganado un premio Emmy en seis ocasiones y ha estado nominada como una docena más. Y sigue en la brecha, más que nunca.
Después de dejar Las chicas de oro ha aparecido en varias series de actriz invitada, como en Ally McBeal o Malcom in the middle, e incluso en Los simpsons. Como ya comenté uno de los personajes que me hicieron adorarla aún más fue el de Catherine Piper en Boston Legal en las temporadas 1 y 2, en las que se colocaba como secretaria de James Spader y martirizaba a algunos de los miembros del bufete, en el buen sentido, claro. Y es que con esa cara de abuelita engañaba al más pintado.
Lleva una temporada de actualidad, sobre todo por el anuncio que hizo para Snickers y que salió en la SuperBowl y por haber sido la estrella invitada en un programa del Saturday Night Live este mismo mes. Y con 88 años. Yo quiero llegar así y con este humor.
2 comentarios:
Me hizo reir en la última peli que vi de ella junto a Sandra Bullock haciendo de abuela del secretario de esta.... es delirante
Mac, sí, es "La proposición" aunque no la he visto, ya me encargaré de subsanarlo ;)
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