Cocinillas

Aunque me encanta comer, y bien como a casi todo el mundo, supongo, reconozco que no me atrae la cocina. No es que no me guste o me deje de gustar, sencillamente no me atrae ni me pone el sacar cualquier cosa de la despensa o la nevera y ponerme a hacer un plato. Y menos aún el ponerme a experimentar. Lo que no quiere decir que no me sepa defender; llego hasta los platos sencillos y poco complicados pero suficientes para llevar una alimentación más o menos sana. Sí, vale, me pirran las pizzas que no son muy sanas que digamos pero lo controlo para no pasarme con ellas.

En realidad, estos últimos años he aprendido bastante gracias a T. Pero podría haber aprendido mucho más si no fuese porque sencillamente cuando él se pone a cocina le echo una mano fregando, limpiando, amasando, pelando ... Ahora que lo pienso, he estado todo este tiempo de freganchín y de pinche de mi marido mientras él se lucía cocinando frente a los invitados. Toma trabajo sumergido. A lo que iba, que me disperso más que la Revuelta en una crítica de cine. Que me meto en la cocina cuando no hay más remedio, es decir, necesidad de comer y llenar el estómago.

Sin embargo, llevaba un tiempo con el gusanillo de meterme de lleno y hacer una receta que había visto en el blog de Mocho. Por curiosidad y por intentar hacer algo para cuando vengan los colegas a casa y poder decir que he hecho algo de comer. Es más sencilla que el mecanismo que hace funcionar a Aznar. Y aprovechando que en Semana Satán no pude ir a la playa gracias a que el tiempo no acompañó (a ver cuando inventan los reguladores atmosféricos) pues me puse una mañana a llevar a cabo mi plan. El plato era quiche de pisto. Y las pruebas aquí.

Estirando bien la masa.

La masa ya pasada un poco por el horno y con el contenido preparado para volver

Preparado y listo para comer

No salió nada mal, de hecho T. dijo que estaba buenísimo (eso es amor y lo demás tontería). Y seguimos vivos, así que nadie murió envenenado. La receta, para quien esté interesad@ pues aquí. Y si les interesa el mundo culinario les recomiendo este blog, L'Exquisit, al que llegué gracias a este otro de El País, El comidista. Que aproveche.