Hace hoy justo ochenta años que la historia española daba una segunda oportunidad a nueva forma de gobernar: la república. Durante cinco años España intentó otra vía fuera de la monarquía y, al igual que la anterior, fracasó. Duró más que la primera, ocho años (en la teoría, porque en la práctica sólo estuvo cinco años implantada en todo el territorio), y acabó con un golpe de estado, como aquella. Sólo que en esta ocasión le sucedió una guerra civil de la que aún hoy creo que sentimos sus efectos.
Fue una oportunidad perdida que fracasó, sobre todo, por la oposición soterrada, y no tan soterrada, de los sectores más conservadores que veían en ella un peligro de perder sus privilegios. Y el tiempo les daría parte de razón: la Ley Agraria, la Ley de Educación, el voto femenino, la Ley del Divorcio, ... Como historiador me fastidia mucho, pero demasiado, los intentos de revisión histórica de los Píos Moas y Césares Vidales que se han prodigado en los últimos años, que unos cuantos hay, intentando defender o justificar lo injustificable. Se puede estar de acuerdo o no con ciertas actuaciones que se hicieron en la etapa repubicana y durante el conflicto bélico pero pretender quitarse el muerto (siento la frase hecha aquí) de encima o que lo compartan otros me parece una canallada. Para quien esté interesado en algo más objetivo les recomiendo algo de Tuñón de Lara, Gabriel Jackson, Paul Preston o Javier Tusell, por citar unos pocos.
No se si ahora estamos preparados para una tercera república. Creo que actualmente hay buena parte de la población que no tiene aún una conciencia democrática desarrollada, al menos en lo que atañe al respeto del juego político que sí puede existir en otros países. No hay sino mirar los casos de corrupción y el corporativismo político de los principales partidos. Vamos, como para animarse.
Fue una oportunidad perdida que fracasó, sobre todo, por la oposición soterrada, y no tan soterrada, de los sectores más conservadores que veían en ella un peligro de perder sus privilegios. Y el tiempo les daría parte de razón: la Ley Agraria, la Ley de Educación, el voto femenino, la Ley del Divorcio, ... Como historiador me fastidia mucho, pero demasiado, los intentos de revisión histórica de los Píos Moas y Césares Vidales que se han prodigado en los últimos años, que unos cuantos hay, intentando defender o justificar lo injustificable. Se puede estar de acuerdo o no con ciertas actuaciones que se hicieron en la etapa repubicana y durante el conflicto bélico pero pretender quitarse el muerto (siento la frase hecha aquí) de encima o que lo compartan otros me parece una canallada. Para quien esté interesado en algo más objetivo les recomiendo algo de Tuñón de Lara, Gabriel Jackson, Paul Preston o Javier Tusell, por citar unos pocos.
No se si ahora estamos preparados para una tercera república. Creo que actualmente hay buena parte de la población que no tiene aún una conciencia democrática desarrollada, al menos en lo que atañe al respeto del juego político que sí puede existir en otros países. No hay sino mirar los casos de corrupción y el corporativismo político de los principales partidos. Vamos, como para animarse.
2 comentarios:
La recomendación de ls libros me viene muy bien porque hace tiempo que quiero leer algo de la República Española y no sé por dónde empezar.
Eleuterio, cualquiera de ellos es imprescindible y para mí son los más objetivos. Si mal no recuerdo, el de Tuñón de Lara y el de Jackson son los más generales.
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