miércoles, 10 de agosto de 2011

Destripando... Capitán América

El viernes pasado se estrenó Captain America: The First Avenger.


En plena Segunda Guerra Mundial, Steve Rogers desea alistarse en el ejército pero su condición débil y enfermiza le cierra las puertas. Hasta que es descubierto por el doctor Erskine quien consigue que entre en un programa para crear un supersoldado. Después de un experimento con suero incluido, el cuerpo de Rogers se convierte en perfecto y es entrenado para luchar contra los nazis, en especial contra el villano Red Skull (o Calavera Roja, como prefieran).

Esta es la cuarta película basada en cómics que he visto este año en el cine (previamente han pasado Thor, X-Men First Class y Green Lantern) y para mí ha sido la mejor de todas. Nunca he sido muy fan del Capitán América, más que nada por todo el rollo del patrioterismo americano y esas cosas pero reconozco que tiene uno de los mejores enemigos de todos: Red Skull. En este sentido, y aunque no he leído gran cosa del cómic original, creo que la adaptación es buena, bastante fiel al original y encima ambientada en los propios orígenes del héroe. Por eso, aunque la película no es un alarde de originalidad ya que se centra como casi todas ellas en el nacimiento del superhéroe sí que tiene un algo que la hace más creíble, más redonda que otras del mismo estilo. El guión es relativamente sencillo pero no tiene fisuras ni se dedica a especulaciones o divagaciones; me ha gustado como reflejan el carácter de Rogers y sus ganas de alistarse sin llegar a la sensiblería patriotera.

En realidad, la película es un bloque bastante coherente, tiene sus momentos de diversión, sus momentos de acción y sus pequeños momentos de introspección. Se nota el oficio de Joe Johnston por ejemplo en las escenas de acción, bien montadas y sin llegar a un batiburrillo de doscientos fotogramas por segundo y cámaras en perpetuo movimiento que no te dejan ver nada. Por ejemplo, una escena que me ha gustado bastante es la del ataque al tren de Hydra. Y luego están los actores; Chris Evans da muy bien como Steve Rogers y cumple con creces pero me ha encantado Hugo Weaving como Red Skull, esas miradas de científico loco sin caer en el histrionismo son impagables. El resto se limita a cumplir, de manera efectiva pero sin alardes, destacando quizás a Hayley Atwall que hace de la agente Carter.


En cuanto a la música, la banda sonora corre a cargo de Alan Silvestri, un compositor que últimamente no se estaba prodigando demasiado. Es una banda sonora que me ha gustado bastante, se acopla bastante bien a las imágenes y tiene ese punto heroico y apoteósico cuando debe tenerlo. En estilo, me recuerda bastante a las composiciones de los años ochenta y comienzos de los noventa, con una orquestación bastante cuidada y espectacular en muchos momentos. Creo que Silvestri le ha cogido el punto heroico mejor que Newton Howard con Green Lantern.

En suma, para ser el típico blockbuster veraniego está bastante bien, una muy buena adaptación, entretenida y no defrauda. De lo mejorcito que la Marvel ha presentado este año.




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