De bajona

He estado toda la tarde en el curro con una tristeza, una melancolía, como hace tiempo no me pasaba, de bajona, vamos. Y todo empezó al mediodía cuando publicaron la plantilla con las respuestas correctas del examen de ayer. Emoción, emoción, mucha pero cuando descubrí que he aprobado pero la nota es baja, se me cayó el alma más abajo que el nivel del Mar Muerto. Sabía que no me había salido bien pero la esperanza es lo último que se pierde. El problema es que ya no basta con aprobar sino que hay que sacar buena nota porque al siguiente examen solo pasan los quince primeros, y después quedan otros dos exámenes y un cuarto opcional. Vamos, que parece que voy a ser ministro de ZP.

En fin, el epílogo de este episodio se escribirá el próximo viernes cuando pongan las notas de los presentados y se confirmará lo que mi cerebro lleva rumiando desde este mediodía.

Odio, pero no sabeis cuanto, estar así, de bajona. Nunca me ha gustado. Sí, vale que puedo estar así unas horillas, unos días, pero no me gusta nada pero nada estar triste. Así que este fin de semana creo que saldré un poco, eso si no ocurre un milagro el viernes, lo cual teniendo en cuenta lo escéptico que soy pues va a ser como que no. Ahora que estoy en casa se me ha pasado un poco pero esto va a requerir un plan de choque. A ver si mi cabeza planea algo para estos días que me anime un poco.

Y hasta aquí la terapia psiquiátrica. Ahora unos minutos musicales con el Maestro.



Que la Fuerza os acompañe.