Voyeurismo

A mí nunca me ha importado lo que haga la gente, siempre y cuando no me afecte directamente por supuesto. Vamos, que uno está casi curado de todo, y si no pues te das un par de vueltitas por las dunas de Maspalomas y mano de santo, oigan. Así que lo de ser un mirón pues como que era algo que ni me lo planteaba. Hasta ahora.

Porque, claro, que estés currando tranquilamente y veas esto justo antes de acabar tu horario laboral:





pues te hace parecer un poco voyeur. Y sin comerlo ni beberlo. Y es que la ventana de mi despachito está al nivel de la calle exterior y es muy traicionera, la jodía. Con decir que me estoy planteando apagar las luces a una hora y sacar las roscas, a disfrutar del espectáculo.