viernes, 7 de agosto de 2009

Arriba, arriba

Y no voy a ponerme a hablar de Speedy González, ese ratón hipervitamínico que emulaba al Correcaminos. Sino de Up, la última película de Pixar, que fui a ver ayer por la tarde. Imprescindible, increíble, emocionante y divertida. ¿Qué más se puede pedir?


La película narra la historia de Carl Fredricksen, un antiguo vendedor de globos, que presionado por circunstancias que no voy a desvelar decide cumplir los deseos de su esposa y se embarca en una aventura, inesperadamente acompañado de Russell, un boy scout en busca de su última insignia para ascender en el escalafón. Dicho así parece algo sencillo y nada espectacular pero cuando empiezas a ver la película te das cuenta que para nada será así y que pronto tomará otros derroteros.

La primera media hora es sencillamente espectacular. A lo largo de varias escenas que se desarrollan casi sin palabras asistimos al origen de la ilusión por la aventura de Carl y Ellie, su esposa, desde que se conocen. Y su posterior vida juntos, esta vez únicamente acompañado por la música.






La segunda parte de la película toma otros derroteros. Los protagonistas, Carl y Russell, llegan a su destino y comienzan las aventuras sin fin. No voy a contar nada más porque seguro que más de uno no la ha visto y no pienso estropearles el posible visionado de la película.

Lo que sí me ha quedado claro es que Pixar se enfrenta a una doble tesitura en el futuro: por un lado, se nota cada vez más que las películas ya no estan exclusivamente dirigidas al público infantil, de hecho buena parte de las escenas de esta y de Wall-E, están claramente orientadas a los adultos que son los que pueden entender ciertas situaciones; por otro lado, se resisten a perder esa clientela y siguen ofreciendo historias y personajes que puedan captar la atención de su público infantil. Y, de hecho, eso se aprecia claramente en Up, donde la primera parte es claramente adulta, contando la vida en pareja y con escenas casi sin diálogo únicamente sostenidas por la música, mientras que una vez que llegan a su destino la película toma otro ritmo, más dinámico, divertido y claramente destinado a los chiquillos. Y esto no es negativo, que me encantan las situaciones divertidas y me río igual que los chiquillos (en el fondo disfruto un montón).

Vamos, que se merece verla no una sino un par de veces. Y la música de Michael Giacchino genial, como siempre. Un tema que suena a lo largo de toda la película en diversas formas y que rápidamente asocias a Carl, acompañado de música vibrante y que te toca la fibra sensible.





PD: Y no quiero dejar pasar la oportunidad para mencionar mi película favorita de Pixar: Monstruos SA, con un impagable Michael Wachowski, alias Ojito Saltón. Estupenda.

6 comentarios:

Crow dijo...

Es una película estupenda y que nadie se puede perder en el cine, la verdad que Pixar se supera película a película. Emotiva y divertida como pocas.

La banda sonora de Michael Giacchino sencillamente genial.

Grace dijo...

Una de las mejores películas de este año, sin duda.
Monstruos S.A es maravillosa, aunque Toy Story me robó el corazón (y el año que viene 3ª parte!)
Besitos, guapetón y buen fin de semana

starfighter dijo...

Crow, se ha convertido en garantía da calidad, superándose cada vez.

Grace, Toy Story me encantó pero Monstruos SA es increíble. Me chifla Wachowski, jajaja. Buen finde ;)

Neil dijo...

Tengo un montón de ganas de verla, todo el mundo habla muy bien de la peli. A mi también me gustó mucho Monstruos SA.

Mac Dubh dijo...

¿Vale y me lo dices ahora que empiezo a trabajar?grrrr...pero haré por verla. Gracias por el consejo muchachote

starfighter dijo...

Neil, está muy bien, de verdad ;)

Mac, tiempo tienes para verla hombre ;p