Totalmente perdido

Hace como dos semanas nuestro codificador de la TDT decidió pasar un kilo de nosotros y hacer huelga, así que dejó en negro aquellos canales que veíamos más y nos conservó la morralla: los canales locales (una auténtica basura), los canales autonómicos (más basura) y los de televisión española, de los cuales sólo me interesaban el canal de noticias 24 horas y el teledeporte (algo por lo del Mundial de atletismo). Puede que hasta nos haya hecho un favor.

Así que no es de extrañar que en este plazo nos hayamos enganchado a Perdidos. Y digo nos, porque he atraído a mi chico a la serie otra vez, jejeje, que ese también es de los que se pegan seis episodios seguidos sin pestañear. Lo puse al corriente de lo que había ocurrido hasta finales de la segunda temporada y se vio conmigo las tres últimas. Y menudo enganche. Nos hemos zampado las dos últimas temporadas en menos de una semana, claro que también son más cortas que las anteriores (las cuatro temporadas en tres semanas). Pero es que ves uno, termina con el clásico golpe de efecto y dices: "Venga, va, uno más" y sin darte cuenta te ves cinco o seis episodios de corrido. Y cuando llegas al final de la quinta temporada y te dejan con el cliffhanger hasta la próxima, te dan ganas de machacar a los guionistas y la ABC para que emitan los episodios YA. Que sufrimiento hasta enero, joder.

Eso sí, cada vez estoy más convencido de que sin la música de Michael Giacchino la serie no sería la misma. Me encantan los temas y cómo la música está ahí, en la sombra, sin destacar pero ambientando las escenas. Y, por supuesto, añadiendo más misterio, más emoción, más intriga.

Y que conste que no es lo único que he hecho estos días atrás. Que también me ha dado tiempo de seguir al día con mis otras series (Nurse Jackie y The closer), ver alguna que otra peli, leer y hacer algo de vida social. Todo con el permiso de mi gran amiga la migraña.