Estoy molido. Tal cual. Podría ser un recurso metafórico pero es lo más cercano a la realidad de mi cuerpo serrano.
Hacía tiempo que no tenía un fin de semana tan movido. Después de una sesión de cleaning house matinal que ríete tú de los spinning, body building y demás zarandajas de esas, me relajé por la tarde en una partidita de rol donde gracias a mis habilidades innatas mi personaje casi la palma de manera penosa. Menos mal que ahí estaban las gominolas y m&n para animar a salir del trance. Por la noche nos fuimos a cenar para celebrar el cumpleaños de un amigo y no creo que haga falta decir que nos pusimoscomo cerdos a dieta y comimos como pajaritos.
A pesar de retirarme temprano, entre el cambio de hora perdiendo una hora de sueño, el tener que levantarme a una hora decente y seguir con el estómago como si una boa constrictor estuviese digeriendo un elefante, el domingo estaba más bien zombi. Así que me puse mis mejores galas, cargue los bultos en el coche y me fui a un asadero familiar. Bueno, más que asadero familiar aquello fue una macroquedada familiar porque allí estuvieron todos mis tíos, mis primos con su progenie y mi familia, con lo que éramos como unos cuarenta.
Y qué calorazo. Y qué poca sombra. Y encima en el campo, sin correr una pizca de aire. Otra vez aponerse como cerdos comer como pajaritos, ponerte al día en asuntos familiares y comprobar que no eres el único viejuno ni canoso de la familia. Mis sobrinas no pararon un segundo, cogieron a un tío mío y lo molieron, a mis padres los pillaron para jugar a la comba y al final no había quien las tocara de tierra que tenían encima. Lo mejor, una sorpresa familiar que me llevé nada más llegar (nota mental: sentarse y contar algo sobre relaciones familiares). Sólo por eso mereció la pena.
Normal que cuando llegase a mi casa me diese una ducha, tomase una infusión y creo que estaba durmiendo antes de las diez. A ver quien tiene ganas de trabajar hoy...
Hacía tiempo que no tenía un fin de semana tan movido. Después de una sesión de cleaning house matinal que ríete tú de los spinning, body building y demás zarandajas de esas, me relajé por la tarde en una partidita de rol donde gracias a mis habilidades innatas mi personaje casi la palma de manera penosa. Menos mal que ahí estaban las gominolas y m&n para animar a salir del trance. Por la noche nos fuimos a cenar para celebrar el cumpleaños de un amigo y no creo que haga falta decir que nos pusimos
A pesar de retirarme temprano, entre el cambio de hora perdiendo una hora de sueño, el tener que levantarme a una hora decente y seguir con el estómago como si una boa constrictor estuviese digeriendo un elefante, el domingo estaba más bien zombi. Así que me puse mis mejores galas, cargue los bultos en el coche y me fui a un asadero familiar. Bueno, más que asadero familiar aquello fue una macroquedada familiar porque allí estuvieron todos mis tíos, mis primos con su progenie y mi familia, con lo que éramos como unos cuarenta.
Y qué calorazo. Y qué poca sombra. Y encima en el campo, sin correr una pizca de aire. Otra vez a
Normal que cuando llegase a mi casa me diese una ducha, tomase una infusión y creo que estaba durmiendo antes de las diez. A ver quien tiene ganas de trabajar hoy...
4 comentarios:
Qué envidia me das... hace ya un par de años que mi grupito de rol se desbandó por completo (léase "novias posesivas") y estoy con un mono.... ¿a qué juego(s) te dedicas?
Sufur, el mío está bajo mínimos pero aún aguanta. El sábado jugamos a "La llamada de Cthulhu" pero seguimos con muy pocos (Serenity, El castillo de Falkenstein, algo de Star Wars y poquito más).
Yo es que es leer eso del calorazo y no sé si sentir odio, envidia o qué sé yo xD
El té verde es mano de santo contra las comidas tachadas xD
Otto, envidia no que llegué rojo como un tomate por no ponerme cremita ^^
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