viernes, 12 de marzo de 2010

Gafas

Tengo buenas y malas noticias.

La mala es que sigo siendo un míope astigmático de cuidado. Un gafotas, vamos.

La buena es que ni tengo presbicia (yujuuuuuu) ni me ha aumentado la falta de vista con lo que mi nivel de rompetechismo se ha mantenido estable.


Vamos, que el miércoles me hice la revisión de la vista. Que ya iba siendo hora después de cuatro años sin ir. Y mi oculista de toda la vida, y cuando digo de toda la vida es así, que fue el que me detectó que era un gafas encubierto cuando tenía cinco años, me alegró la mañana cuando me dijo que todo estaba bien y seguía teniendo la misma graduación que hace cuatro años. Una pasta que me ahorro por no tener que cambiar los cristales, que no vean lo que cuestan los jodíos.






Larga y próspera vida.

3 comentarios:

Shanks dijo...

Pues es verdad que cuestan! Oye, ni que fueran un artículo de lujo, coño! (vamos, como ir al dentista, que también tiene tela!)
Buen finde!

Sota dijo...

Jeviatas estamos hoy, no?

starfighter dijo...

Shanks, pues prácticamente son un lujo, porque cuestan un riñón y parte del otro. Buen finde ;)

Sota, solo para animar un poco el prefinde.