viernes, 3 de octubre de 2008

De nuevos comienzos

Pues sí, ya he empezado en el nuevo curro y he llegado a una gran conclusión: la Administración es otro mundo. Y como en el 92, nos hemos encontrado.

El martes, después de ver el nombramiento me fui a mi nuevo curro a ver qué tenía que hacer para tomar posesión, como dije en el post anterior. Lo que no conté fue que cuando le comento a la funcionaria que lleva el tema de personal que quería incorporarme el jueves, me dice: "Bien, pero vente de ocho y media a nueve, mejor sobre las nueve porque a las ocho y media me tomo un cafecito en el office y no estaré por aquí". Y pensé: "Esta es una profesional, siseñor". Y, claro, ayer llegué a las nueve en punto, por si acaso no vayamos a empezar con mal pie.

Pues esta superfuncionaria, después de estar un buen rato haciendome rellenar papeles (me recordó cuando firmé la hipoteca y esa sensación de Hasta que la muerte nos separe), me llevó planta por planta (y el edificio tiene seis) presentándome a todo quisqui, que si esta es la sección X, esta es la sección J, este es fulanito, esta es menganita, bla bla bla, de todo lo cual como mucho me quedaría con el 10% de la información (caras y algunos lugares, que de los nombres ni me acordaba a los veinte segundos). Cuando llegamos a la planta baja, donde está mi lugar de trabajo, la pobre estaba ya con la cabeza ida de tanta presentación. Y eso que, como era media mañana, había una planta desierta (dejaré que adivineis porqué), vamos, que parecía que habían tirado una bomba de neutrones, eliminando al personal y dejando las oficinas.




Regla de tres que solo pasa en la Administración, o no. En nóminas no han podido meterme en la base de datos del personal porque no tenían incluída la oficina donde tengo mi cuenta (lo cual tardará uno o dos días, me veo que serán tres o cuatro). Ergo los que llevan todo el tema de informática no pueden identificarme y darme cuenta de correo. Ergo no puedo entrar en el ordenador porque únicamente se accede con contraseña personal. Ergo no he hecho básicamente nada hoy, salvo ponerme a leer un par de cosas que tenía en formato papel. Y leer el periódico que, sabiamente, me había comprado antes de entrar a trabajar. Veremos el lunes.

Así que el aterrizaje ha sido suave, bastante tranquilo. Y poniéndome al día poco a poco, vamos.





Larga y próspera vida.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Queremos detalles, Star.
¿Tienes donde aparcar? ¿Ya sabes ya cuál es el bar bueno para los cafenes? ¿Te gusta tu sitio (mesa-ordenador-ventana-archivo-teléfono)?

Sota dijo...

No pasa sólo en la administración, no...

Sólo que en otros sitios, si no puedes entrar en el ordenador, te buscan otra cosa que hacer. Aunque sea limpiar el polvo.

starfighter dijo...

Nica, he redescubierto el transporte público. Y, bueno ... pues ... tengo despacho ¬¬

Sota, lo bueno es que tengo bastante autonomía, y poco me ha faltado para coger la mopa, no creas

Anónimo dijo...

Funcionario... con despacho...

Yo te pediría matrimonio, pero creo que hay un par de pequeños obstáculos que se oponen a nuestro amor...

Neil dijo...

Felicidades por el nuevo trabajo, por suerte no todos los funcionarios somos como los que describes. A mí, en mi trabajo, no me da tiempo de nada, ahora que son muchos los que nos dan tan mala fama.

starfighter dijo...

Nica, sabes que nuestro amor es puro y va más allá de un papel... ;)

Neil, tienes mucha razón, perdona por generalizar. Conozco funcionarios que trabajan mucho y otros que no dan un palo al agua.

Mac Dubh dijo...

Tu espera Star, yo soy funci hace años y si te cuento todas las pausas que se hacen, pa cafe, pa tabaco, pa rascarse los idem, además por computo hororario tengto que hacer anualmente 1525 horas y si lo divides por jornadas de 7 horas y restas ponderacion de nocturnidad, al final resulta que debo trabajar 4,4 h diarias reales... y hago 7, ejem... ¿entiendes por que tengo tantas vacaciones? jajaja. asi que acostumbrate.. empieza la gran vida,jejeje. Enhorabuena