viernes, 24 de septiembre de 2010

Rubicon: secretos, mentiras y conspiraciones

Hasta hace poco, los veranos eran auténticos páramos para los seriéfilos. Las televisiones eran terreno abonado de reposiciones (la enésima de Verano azul, las mañanas de Xena y Hércules), concursos veraniegos estilo Grand Prix y torneos futbolísticos. Pero eso ya es cosa del pasado porque desde el otro lado del Atlántico se dieron cuenta que también podía ser un período para engancharnos al televisor con otra oferta.

Este verano se estrenó Rubicon, una serie pensada para esta época. Sólo tiene trece episodios, de los cuales han emitido ya nueve así que le queda poco para acabar la primera temporada.


¿Y de que va? Will Travers es un analista del Instituto Americano de Política (una agencia un poco extraña dedicada a analizar todo lo que llega a sus manos), que se dedica a contrastar y cruzar un montón de datos captados por los agentes de inteligencia y avisa de posibles ataques, conjuras y demás. En una de estas descubre un par de cosas extrañas sobre una posible conspiración que parece entierra sus raíces en el pasado. Además, hay una segunda trama en la que Katherine Rhumor (Miranda Richardson), una mujer bien situada, empieza a investigar el repentino suicidio de su marido, una persona influyente y con muchos negocios, después de darse cuenta que había cosas que no sabía de él. Al mismo tiempo, el equipo de Will sigue las actividades de un empresario alemán de origen sirio con extraños contactos iraníes.

Dicho así parece que puede ser un poco liante pero no, no se preocupen. La serie está bien montada y organizada de manera que pasa de una trama a otra sin agobios; la parte de Miranda Richardson avanza muy poco a poco. Lo que sí tengo claro es que, en algún momento, las tres tramas irán confluyendo en un punto común, al menos las dos primeras sí que han llegado ya a ese foco.


Es la típica producción de conspiraciones, donde todo el mundo tiene sus secretos (compartidos o no), en la que se investiga, con personajes de dudosa reputación, en la que no todos son lo que parecen. Es de desarrollo lento, a veces puede parecer bastante lento, pero ello no quiere decir aburrido, ojo, simplemente que no hay persecuciones vibrantes, escenas de acción, operaciones contrarreloj (que también hay persecuciones y seguimiento, por supuesto). Además, no es como en los culebrones que si te pierdes un episodio no pasa nada porque la trama no ha avanzado; aquí, un episodio tiene mucha información y si te lo pierdes pues tú mismo.

La serie está bastante bien en lo que se refiere a ambientación, montaje, fotografía. Los personajes no están mal desarrollados y además de sus actividades se puede apreciar el conflicto que tienen entre el trabajo que desarrollan y la vida familiar, cómo conciliarlo y las consecuencias que tienen sus actos. Vamos, que te gustará si te van este tipo de series o películas como El mensajero del miedo, Klute, Los tres días del cóndor, Conspiración, etc etc).


2 comentarios:

Sufur dijo...

Jo, macho, ¿de dónde sacas el tiempo para tanta serie buena? Qué admiración...

starfighter dijo...

Sufur, como en el chiste, organícense ;) Y seleccionar, no se puede ver todo.