Aunque puedan resultar más bucólicos, los pueblos también tienen su lado oscuro. Y, al final, acabas descubriéndolo. Hay más cotilleo vecinal (para lo que a mí me importa), radiopatio emite las 24 horas del día (yo nunca sintonizo) y tienen fiestas patronales. Sí, amigos, fiestas patronales, con sus procesiones, sus verbenas y sus romerías. Ya el año pasado fue un poco shock descubrir que tu pueblo celebra una estupenda romería en "honor" a la patrona a finales de julio pero lo de este año ha sobrepasado todo lo inimaginable. Y que el precioso descampado detrás de tu casa puede convertirse en un magnífico parking donde, desde las cinco de la tarde, se hacen asaderos, llegan machurriangos con los altavoces a todo meter, se crea un macrobotellón y la gente se marcha de amanecida. Y a ver quien es el guapo que sale a lo que sea con todo eso. Así que me enclaustré en casita, viendo mis series, oyendo mi música (algo más alta de lo habitual para poder escuchar algo) y alucinando con la gente. Eso sí, me gocé parte de la discografía de Juan Luis Guerra, Bob Marley y otros inclasificables (al menos no pusieron reggaeton).
Como no quería pasar el weekend en casa y no podía ir a la playa, pues cogí el coche y me fui de excursión por el norte. Era algo que quería hacer con mi nene un día de esta semana pero que, por mútiples circunstancias, no pudimos llevar a cabo. Así que cogí una mini-nevera de playa, latas de refresco, bocata y demás chuches y a conducir. Aproveché para ir por el norte de la isla y coger algunas carreteras locales, otras menos locales y alguna cuasi vecinal para ir por sitios que hacía, no años sino lustros, que no visitaba.
Y ahí van unas fotos.
Como no quería pasar el weekend en casa y no podía ir a la playa, pues cogí el coche y me fui de excursión por el norte. Era algo que quería hacer con mi nene un día de esta semana pero que, por mútiples circunstancias, no pudimos llevar a cabo. Así que cogí una mini-nevera de playa, latas de refresco, bocata y demás chuches y a conducir. Aproveché para ir por el norte de la isla y coger algunas carreteras locales, otras menos locales y alguna cuasi vecinal para ir por sitios que hacía, no años sino lustros, que no visitaba.
Y ahí van unas fotos.
Vista de la cumbre con pinares y zonas de secano.
Y para acabar el día, nada como terminar con unos amigos en una terraza en las Canteras y encontrarte, mientras te tomas una cervecita a tus padres, tus hermanas y las sobrinas. Sólo faltaba Manolo el del bombo.
Estoy contando los minutos que me quedan de vacaciones y creo que me está empezando la depresión postvacacional. Menos mal que aún me quedan quince días en septiembre, en teoría claro. Que largo se me va a hacer hasta entonces...
Estoy contando los minutos que me quedan de vacaciones y creo que me está empezando la depresión postvacacional. Menos mal que aún me quedan quince días en septiembre, en teoría claro. Que largo se me va a hacer hasta entonces...
8 comentarios:
No te quejes, no te quejes, que yo me pase 4 semanas haciendo de niñero de mis sobrinos en mis vacaciones... eh jajajaja. Eso si, las de septiembre las disfrutare como un enano jajajaja
Vaya. Un viaje al Norte, en Canarias, eso qué es? Cruzar la acera? :P
Raúl, que esto no es tan pequeño, joder. Y ... bueno ... es como ir al bar de la esquina ;p
Mac, me quejo, me quejo y me vuelvo a quejar, ains.
Vaya, Raul, yo no quería decirlo pero sí, ese "y a conducir" me ha llegado al alma a mí también.
Pero oye, las fotos preciosas. Y mira tú que suerte que los del botellón no te pongan música chunda-chunda. ¿Cómo no te bajaste con ellos un rato?
A ver, a ver. Que esto sea pequeño no significa que no haya carreteras con muuuuuuuuuchas curvas (creo que Nica y Sota pueden dar fe) y puedes tardar un rato en llegar a sitios aparentemente cercanos. Y no me bajé Aire porque no me van las romerías ni los macrobotellones ni esas cosas. Eso si, la selección musical fue "variopinta".
Bueno, mejor no te pregunto a qué le llamas tardar un rato, que en este blog hay mucho insular suelto y luego me comen.
Jajaja, no Aire, tranquila que no nos comemos a nadie (aún). Pero se puede tardar una hora y más en llegar a la zona de la cumbre, según por donde vaya.
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